viernes, 29 de junio de 2018
IV Premio Ateneo Riojano
viernes, 17 de noviembre de 2017
Samuel casi no tiene miedo
Por eso, cuando mi hijo tenía cinco años y empezó a tener los miedos propios de su edad, traté de transmitirle tres mensajes claros:
Que ser valiente no significa no tener miedos, sino ser capaz de enfrentarse a ellos.
Que ser valiente no significa ser temerario, sino ser decidido, pero prudente.
Y que hay que atreverse a hacer todo, pero todo hay que hacerlo con prudencia.
Un día se me ocurrió decírselo en forma de cuento, para resultar más convincente, y así escribí Samuel casi no tiene miedo. Y, para resultar más convincente todavía, le puse el nombre de mi hijo al protagonista.
Un álbum ilustrado que hay que leer lentamente para disfrutar de la lectura y de las imágenes y que da pie a dialogar con los niños sobre sus miedos, que según los psicólogos es lo primero que hay que hacer para ayudar a los niños a superarlos: identificar lo que le produce miedo y hablar sobre ello, que se sientan escuchados. Este es otro de los propósitos del libro.
martes, 10 de octubre de 2017
X Concurso de cuentos infantiles Félix Pardo
Ganador del X Concurso de cuentos infantiles Félix Pardo
Un jurado adulto y otro infantil con los niños de 5.º y 6.º del colegio de Quintes eligieron como ganador el cuento de Juan Carlos Chandro La noche que Puma Veloz salvó a Tejón Valiente de las garras de Nariz Peluda.
Según confesó el autor, este cuento lo rescató de los que improvisaba por las noches para contar a su hijo pequeño y cree que su éxito entre los niños se debe a que a los pequeños les gustan especialmente los cuentos donde el protagonista es un niño pequeño que consigue solucionar los conflictos de los adultos.
Esto es lo que ocurre en este cuento de aventuras y humor ambientado en las tribus indias, en el que su protagonista, un niño de seis años, logra salvar a su padre usando como únicas armas el ingenio y la determinación. Con este argumento como base, el cuento trata también temas como el valor de la amistad, el respeto a los animales y la importancia de sobreponerse a las dificultades.
sábado, 7 de abril de 2012
Te quiero un montón ha crecido
martes, 20 de marzo de 2012
El abuelo está enamorado...(y yo también)
Colección mini LEO LEO. Ed. Bayard
Cuento escrito para el XIII Concurso "Yo sí leo...y escribo" organizado por la editorial Bayard.
El concurso consistía en escribir el último capítulo de un cuento sin final escrito por Juan Carlos Chandro.
Los ganadores fueron los alumnos de 2º A de Primaria del Colegio Claude, de Majadahonda (Madrid), dirigidos por sus profesoras Alejandra Sanz Ariza y Elena Zambrano Soriano.
miércoles, 13 de abril de 2011
Tú eres mi héroe. Traducción coreana.
martes, 12 de abril de 2011
Los recuerdos olvidados
domingo, 10 de abril de 2011
Los amigos de los niños
sábado, 9 de abril de 2011
El Planeta Piruleta
Cuento escrito para el XII Concurso "Yo sí leo...y escribo" organizado por la editorial Bayard.
El concurso consistía en escribir el último capítulo de un cuento sin final escrito por Juan Carlos Chandro.
Los ganadores fueron los alumnos de 2º curso del Colegio Beata María Ana de Jesús de Madrid, dirigidos por su profesora Marisa Estévez Sánchez.
El cuento lo ilustró Albertoyos.
lunes, 22 de marzo de 2010
Mis héroes son mi padre y mis abuelos.
Natural de Ausejo y licenciado en Filosofía y Letras por la Universidad de Zaragoza, Juan Carlos Chandro contabiliza ya más de una docena de libros publicados, todos dirigidos a jóvenes lectores. Entre ellos cabe citar 'Un sueño redondo' (Premio de Literatura Infantil Ilustrada Tombatossals), 'El huevo más famoso de la ciudad', 'Paquito y Paquete', 'Te quiero un montón', 'Los besos mágicos', 'Las canciones mágicas', 'Runrún cataplum', ' Una niñera de cuidado', 'Maripuzzle la destrozona', 'Rosa está hecha un lío', 'El cumpleaños de Rosa (y de Victoria)', 'Rosa contra los guarrocacas', 'Tú eres mi héroe'...
-Una buena historia, sin duda. Una historia que a los niños les divierta o les emocione o les cale de alguna manera. Si además les enseña algo, miel sobre hojuelas.
-No es lo mismo escribir para niños que están aprendiendo a leer que para niños de 9 años que leen con soltura. De la edad a la que va dirigido un cuento depende todo: el nivel del vocabulario, las técnicas humorísticas y hasta la extensión. Por eso, antes de trazar la primera palabra de un cuento, medito profundamente para qué edad lo voy a escribir. Y hasta que no lo tengo claro no comienzo a escribirlo.
- A mi padre y a mis abuelos. Recuerdo que cuando tenía unos 15 años iba en autobús hacia mi pueblo y se sentó junto a mí un señor mayor de un pueblo cercano al mío y entablamos conversación. Le conté que era de Ausejo, me dijo que conocía a mucha gente de allí y me preguntó quiénes eran mis abuelos. Le contesté: «Máximo Chandro y Pío Ramírez». Exclamó con admiración: «¡Coño! ¡Pues como te parezcas a ellos...!». Siendo nieto de labradores me sentí formando parte de la aristocracia. De la aristocracia de la buena gente.
jueves, 21 de enero de 2010
Chandro en Dinámica Teatral
El encuentro concluyó con una escenificación de Te quiero un montón a cargo de La casa de Tomasa.
Un excelente resumen del acto puede verse en:
domingo, 14 de junio de 2009
El principito ya tiene compañero
Hay libros que se abren a nosotros como las puertas de un jardín humilde, invitándonos a un paseo relajado en el que no se adivinan grandes sobresaltos ni complicados giros, pero que dibujan en su desarrollo la trayectoria de esa flecha que, sin más pretensión que el tino, simplemente da en el blanco. Su sencilla precisión les impide envejecer, nos ofrecen en nuestras primeras lecturas perspectivas perfectamente integrables en nuestros esquemas infantiles, y se van llenando mágicamente de nuevos matices y de enfoques sorprendentes según vamos madurando. Crecen con nosotros. Suelen ser libros que no son lo que parecen, o tal vez sí que lo sean y precisamente por su falta de artificio consigan eludir nuestros intentos de catalogación. Ya se sabe a estas alturas del cuento: lo esencial es invisible a los ojos y, me da la impresión, tan tremendamente simple que se escurre entre los vanidosos dedos de los escritores que intentan apresarlo. Un sombrero, de sobra se conoce también, puede ser una boa que se tragó a un elefante, y cabe la posibilidad de que el borrachín que se tambaleaba en el barrio de tu infancia albergara en su interior un mapa desconocido que cambiaría tu existencia.
El de la calle en que me crié trabajaba como comercial de lencería y sobrellevaba una adicción aún más fuerte que la que lo ligaba al vermú: la lectura. Era un hombre discreto y cultivado pero, a pesar de vivir su querencia a la botella de una forma harto elegante, no disfrutaba de buena reputación en la calle ni podía presumir de amigos. Tal vez, como a aquel astrónomo árabe que descubrió un asteroide, le fallaron las formas. Un día, imagino que por verme siempre cargado de tebeos, se dejó llevar por un impulso y me regaló un libro. Me es difícil discernir si me siento más en deuda con Saint-Exupery por no darse la piña con el avión antes de escribirlo, o con aquel vecino por no dejarse llevar por la cirrosis sin habérmelo cedido. No voy a demorarme en una obra tan de sobra conocida pero, eso sí, aprovecharé para recomendar a todo padre de algún niño que aún no la tenga a mano que, en estos días tan propensos al regalo, además de la consola, suministren a su hijo un Principito. Y de paso, si no lo leyeron, háganlo.
Se encontrarán con un problema: es un libro difícilmente emparejable en el estante de la biblioteca. En la mía custodió en soledad su honorífico rincón durante muchos años. Con la entrada del nuevo milenio, encontré por fin un compañero adecuado, otro libro concebido para niños que se resiste con la misma tenacidad que el anterior a ese encorsetamiento y que, como él, consigue acariciar el hechizo que nos abre la puerta a lo esencial. El narrador Juan Carlos Chandro y el dibujante Gonzalo Izquierdo ganaron el II Premio de Literatura Infantil Ilustrada Tombatossals con el álbum “Un Sueño Redondo”. Las oníricas ilustraciones de Izquierdo, con su profundidad espacial, su trazo libre y sinuoso, y algún que otro truco sorprendente, consiguen un efecto de animación que nos acompañará en un viaje de ida y vuelta al sol en quince frases. Lo que oyen. Nos sobrará tiempo para conocer, con una disección homeopática y tremendamente lúcida, los problemas que aquejan a niños y mayores, a casas y ciudades, a estrellas y planetas, a valorar todos ellos en su justo pulso palpando la arteria común que los irriga e, incluso, a intuir la solución. Como todas las respuestas acertadas a las preguntas inspiradas será, naturalmente, muy sencilla. De alguna forma, siempre he sospechado que si formulamos una pregunta con la suficiente puntería, la respuesta con que nos premiará nuestra dedicación será enciclopédica, global, una especie de comodín válido para contestar a todas las preguntas imaginables. Cuestión de tino.
No es más que un sueño. Pero eso sí, redondo. Un texto iluminado, no sólo por las ilustraciones de Izquierdo, sino por la prosa de Chandro que consigue, con precisión y sencillez, sujetar entre sus dedos esa chispa tan esquiva a todos los que intentamos escribir. Un original libro que despliega un manojillo de detalles importantes de este juego de la vida que todos olvidamos con facilidad. Ya se sabe: lo esencial, como no se ve, se nos escapa. Y es una pena.
Artículo publicado por Fernando Benito en Noticias de La Rioja.
jueves, 14 de mayo de 2009
Rosa está hecha un lío, por Zhinelia y Nura Watson
Con esta adaptación teatral del cuento “Rosa está hecha un lío”, de Juan Carlos Chandro, las hermanas Zhinelia y Nura Watson ganaron el Premio Nacional de Artes Escénicas 2006 en la final nacional del concurso Veo Veo de la Fundación Teresa Rabal.
La adaptación fue escrita por Zhinuzh Watson.
domingo, 10 de mayo de 2009
Rosa contra los guarrocacas
Tercera entrega de las aventuras de Rosa.
En esta ocasión, el profesor de Lengua encarga a la clase que realicen un trabajo en equipo: inventarse un anuncio. A Rosa y su equipo se les ocurre hacer una campaña en contra de los guarrocacas, que así es como llaman a esas personas que no recogen las cacas de sus perros. Pero la abusona de clase (la Casiguapa) y su pandilla harán todo lo posible para fastidiar a Rosa y su grupo.
El argumento de este cuento, que desarrolla dos fantasías típicamente infantiles: "triunfar" con un trabajo escolar y que el compañero engreído y abusón reciba su merecido, sirve para tocar temas como el consumismo, la publicidad, el acoso escolar y la obsesión de algunos niños por las marcas.
Estos temas, aunque serios, se tratan con el tono desenfadado y humorístico que caracteriza a la serie de Rosa.
Un final catártico, personajes y situaciones que resultan familiares a los niños, humor e ingenio: estos son los principales ingredientes de esta ración de literatura.
Este cuento ha sido adaptado al colombiano.
Autor: Juan Carlos Chandro
Ilustraciones: Guillermo Ferreira.
Editorial: Pearson/Alhambra.
sábado, 9 de mayo de 2009
El cumpleaños de Rosa (y de Victoria)
Una nueva aventura protagonizada por Rosa. Ya es un año mayor que en Rosa está hecha un lío y conserva todavía bastantes dosis de ingenuidad, pero va adquiriendo alguna malicia. Rosa quiere celebrar su octavo cumpleaños como el séptimo, con sus mejores amigas y su primo. Pero sus padres desean celebrarlo por todo lo alto para que la fiesta dé que hablar en toda la urbanización. Y vaya que da que hablar, pero no en el sentido que sus padres se imaginaban.
Los niños dan mucha importancia a su fiesta de cumpleaños, que generalmente constituye el principal acontecimiento de su vida social. Pero en los cumpleaños muchas veces ocurre que el niño propone y los padres lo descomponen, trasladando sus propias conveniencias sociales a la fiesta de sus hijos. En el cuento se critica este tipo de comportamiento con el que muchos padres se sentirán identificados, o lo que es mejor, identificarán a sus vecinos.
En el libro "El cumpleaños de Rosa (y de Victoria)" se emplean los mismos recursos que en el libro anterior de Rosa: descripción de situaciones cotidianas reconocibles por todos, crítica amable a ciertos comportamientos de los adultos con los niños y una sucesión de gags y ocurrencias que hacen que el cuento se lea de sonrisa en sonrisa.
Autor:Juan Carlos Chandro.
Ilustraciones: Guillermo Ferreira.
Editorial:Pearson/Alhambra.