viernes, 17 de noviembre de 2017

Samuel casi no tiene miedo





 
SAMUEL CASI NO TIENE MIEDO

Siempre le ha dado mucha importancia al tema de los miedos y el valor, porque creo que de la forma en que uno afronta sus miedos depende la forma en que uno afronta la vida y se enfrenta al mundo.
Por eso, cuando mi hijo tenía cinco años y empezó a tener los miedos propios de su edad, traté de transmitirle tres mensajes claros:
Que ser valiente no significa no tener miedos, sino ser capaz de enfrentarse a ellos.
Que ser valiente no significa ser temerario, sino ser decidido, pero prudente.
Y que hay que atreverse a hacer todo, pero todo hay que hacerlo con prudencia.
Un día se me ocurrió decírselo en forma de cuento, para resultar más convincente, y así escribí Samuel casi no tiene miedo. Y, para resultar más convincente todavía, le puse el nombre de mi hijo al protagonista.
 
El protagonista es un niño de unos cinco años que tiene los mismos miedos que los niños de su edad, un niño que supera sus temores sin alardes de valentía, con la prudencia como arma. Por lo tanto es un niño listo. Pero también es un niño valiente. No porque no tenga miedos, sino porque se atreve a enfrentarse ellos.
 
El objetivo del cuento es proporcionar una buena dosis de confianza en sí mismos a los niños al sentirse identificados con un protagonista que tiene los mismos miedos que ellos, que los afronta de modo similar y a quien a lo largo de todo el cuento se le da el tratamiento de valiente.  El cuento pretende que los pequeños se sientan valientes al leerlo, o cuando se lo lean, ya que también es un libro para prelectores.
 
Bruño decidió editarlo en forma de álbum ilustrado y le encargó las ilustraciones a María Luisa Torcida, que ya ha ilustrado otro cuento mío: Te quiero un montón. Las ilustraciones, son preciosas, como todo lo que hace María Luisa, tiernas y divertidas, y el protagonista me encanta, es muy simpático.
 
Samuel casi no tiene miedo es un libro muy sencillo que pretende transmitir unos mensajes muy simples, pero muy importantes y transmitirlos de una forma literariamente atractiva y visualmente bella, para los mensajes calen en los niños.
Un álbum ilustrado que hay que leer lentamente para disfrutar de la lectura y de las imágenes y que da pie a dialogar con los niños sobre sus miedos, que según los psicólogos es lo primero que hay que hacer para ayudar a los niños a superarlos: identificar lo que le produce miedo y hablar sobre ello, que se sientan escuchados. Este es otro de los propósitos del libro.